¿En qué consiste el temblor?
1. Todo el mundo sabe lo que es el temblor, se puede temblar de miedo, se puede temblar de frío y quien más quien menos, ha temblado alguna vez por «una febrada», pero también sabemos que hay personas en las que el temblor se presenta de una forma continuada y como síntoma de una enfermedad.
El temblor es un movimiento involuntario que consiste en una oscilación rítmica de una parte del cuerpo, que se produce como consecuencia de las contracciones alternantes de unos grupos musculares.
Efectivamente, temblar puede ser normal en muchas situaciones como el miedo o la tensión nerviosa, o el frío. El temblor puede ser un síntoma secundario en el contexto de una enfermedad general, y el síntoma principal o hasta el único de otras.
2. Cuando hablamos de temblor tendemos a imaginarnos unas manos temblorosas ¿es cierto que puede aparecer un temblor en otras localizaciones y por ejemplo hasta en la cabeza?
Sí, en general, cualquier temblor suele aparecer en las partes más extremas de los brazos y de las piernas, en las manos y los pies, pero tampoco es raro que aparezca un temblor en la cabeza, en la lengua, en la mandíbula o hasta en la misma laringe, dando lugar entonces a una voz también temblorosa.
3. ¿Qué enfermedades pueden dar lugar al temblor como uno de sus síntomas?
En primer lugar es importante señalar que muchas veces el temblor es un efecto secundario de una larga lista de medicamentos.
Las fenotiazinas ocupan un lugar destacable en esta lista, son unos fármacos que se recetan a menudo para tratar enfermedades de origen psíquico, así como para el tratamiento sintomático de cuadros de vómitos o vértigos. Otros medicamentos usados para el tratamiento de enfermedades psíquicas como el haloperidol o algunos también muy conocidos como la cinarizina que se usa como antivertiginoso.
Esto no debe preocupamos si tomamos alguno de estos medicamentos, pues en general el temblor desaparece al abandonar la medicación, aunque no siempre, por lo que hay que consultar al médico sobre la idenidad de continuar dicho tratamiento. Menos procupante es el temblor producido por algunao antidepresivos como el famoso Prozac, la paroxetina o la sertralina; o por medicamentos antiasmáticos como el salbutamol, ya que en estos casos sí que desaparecerá al cesar el tratamiento. Lo importante es tener en cuenta que un temblor puede estar causado por un medicamento.
Quizá la enfermedad más conocida como causa de temblor es la llamada enfermedad de Parkinson. La más conocida aunque no la más frecuente. Este primer lugar en la frecuencia se lo lleva otra enfermedad que es la llamada temblor esencial benigno o familiar cuya característica principal es precisamente que su único síntoma es el temblor. Otras veces el temblor es debido a problemas vasculares o de otro tipo localizados en el sistema nervioso central y concretamente en el cerebelo, siendo en estos casos el temblor de tipo atáxico lo que ya veremos más adelante lo que significa.
Finalmente, y como ya adelantábamos al principio, el temblor puede ser un síntoma secundario en una enfermedad de tipo general como el hipertiroidismo, la ansiedad, o el síndrome de abstinencia del alcohol, por poner algunos ejemplos.
4. ¿Cómo se aclaran los médicos si un mismo temblor puede tener su origen en tantas enfermedades distintas entre sí?
Realmente este es un reto para el médico, pues la mayor parte de estas enfermedades sólo se pueden diagnosticar por la clínica, es decir por los síntomas que produce, o bien por la exploración física que realiza el médico en la propia consulta. No hay un análisis o una radiografía que permita afirmar «este enfermo tiene un Parkinson, o un temblor esencial benigno».
Para orientarnos uno de los métodos que utilizamos es el de clasificar el temblor en tres tipos principales:
Temblor de reposo. En estos casos el temblor aumenta cuando la parte afectada se halla en reposo, por ejemplo cuando las manos están apoyadas sobre el regazo. Este temblor disminuye algo cuando el paciente realiza alguna actividad con las manos, aunque también puede disminuir si se alcanzan grados intensos de relajación.
Este tipo de temblor es propio de la enfermedad de Parkinson y los llamados síndromes parkinsonianos, y puede ser también el efecto secundario de algunos fármacos.
Temblor postural- Este grupo se caracteriza por aumentar al mantener una postura fija, como puede ser el permanecer con las manos estiradas o aguantar una taza de café. Este tipo de temblor es el que aparece como consecuencia de una situación de ansiedad, un hipertiroidismo, o esta enfermedad que hemos llamado temblor esencial benigno y que más adelante veremos en qué consiste.
Temblor de acción- En estos casos el temblor alcanza su máxima intensidad cuando se lleva a cabo alguna acción, sobre todo si es una acción precisa. Se denomina temblor atáxico y se pone de manifiesto por la maniobra dedo-nariz efectuada por el médico y que no es ni más ni menos que llevarse la punta del dedo índice a la punta de la nariz. En realidad el temblor postural, entre los que se halla el temblor fisiológico o sea, el temblor normal, también aumenta con las acciones precisas, la costurera al enhebrar sus primeras agujas, por ejemplo. Pero nunca estos temblores normales, ni tampoco los debidos al temblor esencial benigno, que también pueden aumentar con las acciones, alcanzan las grandes oscilaciones que se ven en el temblor atáxico. Este tipo de temblor es propio de enfermedades localizadas en el cerebelo.
5. ¿En qué consiste la enfermedad de Parkinson?
Es una enfermedad relativamente frecuente, pues se calcula que afecta al 1 % de la población. Puede presentarse a partir de los cincuenta años, pero en general se centra en edades más maduras. El temblor no es el único síntoma de esta enfermedad y en ocasiones ni siquiera se presenta. La rigidez y la acinesia forman la tríada sintomática. La rigidez puede apreciarla el médico en la consulta y es la responsable de una forma de andar y de escribir características de los enfermos de Parkinson. La acinesia hace que estos enfermos tengan una expresión especial que se ha dado en llamar «cara de jugador de póquer», y también que disminuyan sus movimientos reflejos provocando caídas con facilidad. Estos son los síntomas principales que nos conforman el cuadro de la enfermedad de Parkinson. Esta enfermedad es de origen desconocido aunque se sabe que en ella juegan un papel importante el desequilibrio de unas sustancias químicas del interior del cerebro, concretamente la dopamina y la acetil colina. De este conocimiento se derivan la mayor parte de los tratamientos médicos.
Una esperanza, cada vez más consolidada de tratamiento en el futuro consiste en las opciones quirúrgicas con los llamados «trasplantes de cerebro», que en realidad no son tales, sino que no son más que la implantación de tejido de una glándula suprarrenal del propio individuo o, más recientemente de un tejido de origen fetal. Los resultados de estas complicadas técnicas parecen alentadores
6. Una de las causas más frecuentes de temblor es el llamado temblor esencial benigno. ¿En qué consiste esta enfermedad?
Es una enfermedad muy frecuente, mucho más que la enfermedad de Parkinson ya que afecta hasta el 8 % de la población. Se manifiesta únicamente por temblor. Es un temblor que aparece sobre todo en las manos de forma simétrica, aunque también afecta a menudo a la cabeza, a la mandíbula, y también a la lengua y la laringe.
Se diferencia de la enfermedad de Parkinson por el tipo de temblor y por la ausencia de otros síntomas. Como su propio nombre indica es benigna pues, aunque el temblor tiende a aumentar ligeramente con la edad no es francamente progresivo y además la enfermedad no experimenta ninguna complicación. También se le llama temblor familiar por su condición de enfermedad hereditaria.
7. Al hablar de temblor, la imagen que se le viene a uno a la cabeza es la de las manos de un anciano. ¿Es el temblor un síntoma propio de personas ancianas?
La mayor parte de las enfermedades o cuadros diferentes que son causa de temblor aparecen o empeoran en edades maduras. El Parkinson es una enfermedad de edades avanzadas, por ejemplo. Los efectos secundarios de fármacos también aparecen con más frecuencia en ancianos, y finalmente existe una enfermedad llamada temblor senil muy emparentado con el temblor esencial benigno, hasta el punto de que muchos autores la consideran la misma enfermedad que es igualmente benigna y en la que la principal misión del médico es tranquilizar al enfermo sobre su temor de padecer un Parkinson.