1. Al hablar de la gripe decíamos que una de sus más temibles complicaciones es la neumonía .¿En qué consiste una neumonía y la bronquitis?
Aunque tal vez se utiliza más a nivel de la población el término de pulmonía los médicos nos referimos más a esta enfermedad llamándola neumonía. La neumonía es una enfermedad de origen infeccioso localizada en el pulmón y que da lugar a una consolidación del tejido pulmonar que produce unos signos a la exploración física que realiza el médico en la consulta (auscultación, percusión, palpación), y que da una imagen característica en la radiografía de tórax.
¿Qué es una consolidación? Es una colección de líquidos, células y fibrina (sustancia de la sangre que forma parte del proceso de coagulación) que invade los alvéolos del pulmón a consecuencia de la infección.
2. ¿Qué síntomas tienen los enfermos de neumonía?
La sintomatología típica de la neumonía es la siguiente: el paciente empieza normalmente con un fuerte escalofrío que se sigue de una importante elevación de la temperatura. Habrá tos con una expectoración que se denomina herrumbrosa (por su parecido con el hierro oxidado), ya que suele ir teñida de sangre. Es característico también el dolor en el costado que aumenta con la respiración y con la tos, y que puede producir por sí mismo una sensación de ahogo, que se suma ala que produce, en ocasiones, la. consolidación.
3. ¿En qué se distinguen la neumonía y la bronquitis?
En la bronquitis la infección queda limitada a los bronquios y no se ven afectados los alvéolos pulmonares no formándose la consolidación que hemos descrito. La radiografía de tórax y las características de la exploración física dan al médico las claves para el diagnóstico diferencial de ambos procesos. En general las bronquitis son mucho más leves, y no dan problemas serios salvo cuando son agudizaciones de bronquitis crónicas.
4. Es frecuente oír frases como «si no te abrigas cogerás una pulmonía». ¿Tiene alguna relación el frío con las neumonías o se trata de uno de tantos mitos?
El frío se relaciona con las neumonías y también con todas las infecciones respiratorias. De hecho se producen más infecciones respiratorias en invierno que en verano. La explicación podría estar en que el frío paraliza la acción de limpieza de los cilios de la mucosa respiratoria. Estos cilios son como un cepillo que tapiza los bronquios y que va arrastrando hacia el exterior todos los cuerpos extraños (entre los que se incluyen gérmenes patógenos) que penetran en el árbol respiratorio. Otros factores que paralizan estos cilios son el tabaco, el alcohol y las propias infecciones respiratorias de tipo vírico como la gripe.
5. ¿Son graves las neumonías?
Las neumonías causaban una elevada mortalidad antes de la era antibiótica. Los gérmenes que dan lugar a las neumonías son bacterias y no virus (en general) por lo que, a diferencia de la gripe, en el caso de la neumonía disponemos de un tratamiento farmacológico que es capaz de combatir directamente el germen patógeno. A pesar de todo, una neumonía es un cuadro serio que puede requerir un ingreso hospitalario y que tiene incluso una mortalidad baja, pero no desdeñable. Evidentemente no todas las neumonías son iguales, ni tampoco todos los pacientes. Los enfermos ancianos o debilitados por una enfermedad crónica van a tener un peor pronóstico que los jóvenes previamente sanos.
Los virus que las pueden producir son:
- Coronavirus desde la pandemia de 2020.
- Virus respiratorio sincitial. En niños pequeños, aunque la nueva vacuna parece prevenirlo de forma muy eficaz.
- Adenovirus.
- Virus de la gripe, por sí mismo o propiciando una infección bacteriana.
Las bacterias más comunes son:
El neumococo. Para el que disponemos de vacunas recomendadas a partir de los 65 años en una sola dosis que, aunque no evitan del todo la enfermedad si disminuyen su gravedad.
La clamidia psitaci que produce neumonías por contagio de pájaros enfermos
Mycoplasma que contagian a menudo los niños
Gérmenes anaerobios, a veces por broncoaspiración en pacientes ancianos o con enfermedades neurológicas.
Otras
6. Volviendo a las bronquitis. ¿Tienen las bronquitis un tratamiento específico como las neumonías?
Las bronquitis agudas están producidas muchas veces por virus como la gripe o el resfriado y no van a ser sensibles al tratamiento con antibióticos. A veces las características de la enfermedad (esputos oscuros, fiebre, mal estado general) pueden obligar al médico a pensar que la infección es bacteriana por lo que recetará algún antibiótico. Finalmente en las agudizaciones de la bronquitis crónica se suelen recetar antibióticos ante la eventualidad de que se trate de una sobre infección bacteriana que, en estos enfermos, puede tener repercusiones serias.
Al hablar del tratamiento de las bronquitis es bueno remarcar que no debemos solicitar de nuestro médico un medicamento antitusígeno a no ser que él lo prescriba. Es frecuente que, sobre todo las madres de niños acatarrados, pidan con insistencia «algo para la tos» olvidando que la tos es un mecanismo de defensa que tiende a eliminar los gérmenes y las impurezas, por lo que no es bueno calmarla indiscriminadamente. ¿Por qué existen entonces estos medicamentos? pues porque a veces el enfermo puede sufrir una tos irritativa que le impide dormir a él y a los que le rodean y entonces sí puede emplearse el jarabe o las pastillas «para la tos».
Bibliografia
Olson, Gregory, and Andrew M. Davis. «Diagnosis and treatment of adults with community-acquired pneumonia.» Jama 323.9 (2020): 885-886.
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[…] enfermedades crónicas que disminuyen extraordinariamente la calidad de vida. Por ejemplo la bronquitis crónica, que obliga a muchos pacientes a vivir dependiendo de una botella de oxígeno, o la arteriopatía […]
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